martes, 13 de noviembre de 2012

Há palavras que nos beijam


Como se tivessem boca,

Palavras de amor, de esperança,

De imenso amor, de esperança louca.



Palavras nuas que beijas

Quando a noite perde o rosto,

Palavras que se recusam

Aos muros do teu desgosto.



De repente coloridas

Entre palavras sem cor,

Esperadas, inesperadas

Como a poesia ou o amor.



(O nome de quem se ama

Letra a letra revelado

No mármore distraído,

No papel abandonado)



Palavras que nos transportam

Aonde a noite é mais forte,

Ao silêncio dos amantes

Abraçados contra a morte.   Alexandre O' Neil

miércoles, 4 de abril de 2012

La hora del Otro

Nosotros tenemos, allí, algo de una verdadera fenomenología —porque es necesario llamar las cosas por su nombre— , de la cual nosotros sabemos el acento fácilmente reconocible, familiar, casi, de nuestra experiencia, como también de nuestras concepciones, en la relación con la vida del neurótico. Es que eso que, la última vez, intenta hacerles sentir, más allá de esas carácterísticas tan sensibles, en esta referencia estructural que recorre toda la obra, Hamlet está, siempre, en la hora del Otro. El neurótico siempre está en la hora del Otro. Procastinación precipitación ...Seguro, no es más que un espejismo la hora del Otro Ser objeto de deseo es algo esencialmente diferente que ser objeto de alguna necesidad. ..no hagamos la fórmula doctrinaria, tómenla, a lo más, como una imagen— es en tanto que la vida humana podría definirse como un cálculo, del cual el cero sería irracional.. Clase 18. S. 6 Deseo y duelo en el duelo hay un duelo?

martes, 3 de abril de 2012

Algo de transferencia

En suma, lo importante no es que el analista mismo se haya equivocado, por otra parte nada indica que la contratransferencia sea culpable de esta interpretación manifiestamente refutada por el desarrollo del tratamiento. Que el sujeto haya experimentado los sentimientos que le imputaba la analista, no sólo podemos admitirlo, sino que es incluso por demás probable. Que la analista se guiara por ellos en la interpretación que hizo no es algo, en sí, peligroso. Que el único sujeto analizarte, el analista, haya experimentado incluso sentimientos de celos, tenerlo en cuenta de modo oportuno, para guiarse por ellos cual una aguja indicadora más, es asunto suyo. Nunca dijimos que el analista jamás debe experimentar sentimientos frente a su paciente. Pero debe saber, no sólo no ceder a ellos, ponerlos en su lugar, sino usarlos adecuadamente en su técnica. S1. Clase 3.

miércoles, 4 de enero de 2012

Un aprendizaje o el libro de los placeres

A ella le parecia que Ulises no decía nada y que se contradecia siempre tranquilamente: lo que lo transformaba, a sus ojos, en el ser humano por excelencia. Hacia poemas por el ejercicio más profundo del hombre. Pag.107


... era de esas personas que hacen rodas las piedras durante toda la vida, y no de las que reciben los cantos rodados, pulidos y blancos. pag. 108